VISITA VIRTUAL A LA LEGIÓN EN SU 94 ANIVERSARIO


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Dónde está la Legíón
Cómo llegar a la Legíón en Viator. Almería. Andalucía. España
Fecha: 2014
Visita: Visita virtual a la en su 94 aniversario.
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Qué visitar en Viator:

LA VISITA AL ACUARTELAMIENTO DE LA LEGIÓN EN VIATOR.

En la visita al acuartelamiento de la Legión en Viator veremos una panorámica en el patio de armas de la unidad durante la celebración del 94º aniversario de su fundación, el 20 de septiembre del año 1920. También podremos disfrutar de un reportaje fotográfico y de varios vídeos del 94º aniversario de la fundación de la Legión española. La visita al acuartelamiento de la Legión en Viator nos permitirá observar cómo es una parada militar de esta emblemática unidad española, exactamente igual como si estuviéramos allí mismo.

Te puedes mover por los 360º de la fotografía esférica pinchando y arrastrando con el ratón (o el dedo/lápiz en pantalla táctil). Una fotografía esférica te permite ver los 360º del objeto y de su entorno. Esta es totalmente compatible con todo tipo de ordenadores, sistemas operativos, navegadores, tablets y móviles. Si detectas cualquier déjanos un comentario, analizaremos el problema y te daremos respuesta rápidamente.

La visita virtual al acuartelamiento de la Legión en Viator se realizó el 20 de septiembre del año 2014 y está formada por 1 fotografía esférica, 4 videos y 145 fotografías.

HISTORIA Y ORIGEN DE LA LEGIÓN

El Tercio de Extranjeros (nombre original de La Legión) nació como fuerza de choque para la dura guerra de . Esta nueva fuerza tenía como objetivo sustituir a las Unidades de recluta forzosa cuya pobre preparación y frágil moral era motivo de gran número de bajas y dificultades en el desarrollo de las operaciones terrestres. Por Real Decreto de 28 de enero de 1920, siendo a la sazón Ministro de Guerra don José Villalba, Su Majestad el Rey don tuvo a bien disponer lo siguiente:

Con la denominación de Tercio de Extranjeros se creará una Unidad militar armada, cuyos efectivos, haberes y reglamento por que ha de regirse serán fijados por el Ministro de Guerra.

El alistamiento quedó abierto a españoles y extranjeros sin mayores exigencias que ser sanos, fuertes y aptos para empuñar las armas, ofreciendo, a cambio, la posibilidad de hacer carrera militar en el seno de La Legión. De esta forma, se veía convertido en realidad lo que comenzó siendo un proyecto del Teniente Coronel de Infantería José Millán Astray, militar de prestigio que unía a una elevada formación militar un demostrado heroísmo forjado en Filipinas y posteriormente en África, donde mandó Fuerzas Regulares.

Incluimos a continuación el relato que el propio Teniente Coronel Millán Astray hizo sobre el origen de esta Unidad en su libro “La Legión” escrito en marzo de 1923.

Una larga estancia en África, sirviendo en Policía indígena, en Regulares y en el Regimiento de Infantería del Serrallo, unido a alguna afición al estudio y entusiasmo por el problema africano, dieron lugar a que germinase la idea de organizar una Legión extranjera, en vista del excelente resultado que a los franceses les había dado La suya, a la que, después de la Gran Guerra, titularon de “ Heroico Regimiento que por su amor a Francia y su bravura ha sido colocado en el primer puesto”. Añádase un puntillo de amor propio de creernos que los españoles éramos capaces de hacer una semejante y esos fueron los fundamentos de nuestra Legión.

Iniciada la idea, tuvimos desde los primeros momentos la augusta protección de SM. El Rey, que nos alentó con entusiasmo e ilustro con sabios consejos. Comunicado el proyecto al entonces General Alto Comisario Don Dámaso Berenguer, lo acogió con interés y nos prometió tan digno General su apoyo para mandarla cuando se crease, lo que más adelante cumplió, así como darnos cuantas facilidades estuvieran en su mano para salir airosos de la empresa.La gestión duro cerca de un año, el que después de pasado, ya parece breve y todo lo demás natural en toda obra nueva en sus comienzos.Siendo Ministro de la Guerra el General Don Antonio Tovar hicimos un viaje a Argelia a estudiar en el “Regimiento de marcha de la Legión extranjera”, en el que fuimos recibidos con gran afecto y camaradería. Luego supimos que la causa de tan cordial recibimiento era la gratitud que sentían por la acción de nuestro Rey durante la guerra europea, a favor de los prisioneros. Corteses y amables, nos enseñaron cuanto les demandamos, averiguando lo más interesante, que era el sistema de reclutamiento, los haberes y el trato a los extranjeros. Al General Tovar sucedió como Ministro de la Guerra el General Don José Villalba, publicándose entonces el Real Decreto de creación del Tercio de Extranjeros. Siendo, finalmente, el Señor Vizconde de Eza, como Ministro, el que después de habernos honrado escuchando una modesta conferencia que dimos en el Casino Militar de Madrid, exponiendo detalladamente el proyecto de organización de la Legión, venció las dificultades que se presentaban; dictó las bases y ordenó que se organizase, proporcionándonos una inmensa satisfacción, a la que unimos la debida gratitud.

A titulo de curiosidad consignaremos, sin extendernos en consideraciones de orden político internacional, estos principios indiscutibles y sancionados en el mundo: “Todo país tiene derecho absoluto a reclutar extranjeros y a constituir una Legión Extranjera, sin temor a herir la susceptibilidad de los otros países”. “El Estado es soberano absoluto dentro de los limites de su territorio y puede hacer cuanto estime conveniente a sus intereses; el reclutar extranjeros es un corolario de este principio”. Y esa es, entre otras, la causa de por que nosotros la hemos llamado “Legión” y a sus hombres, legionarios. Para atraer a los extranjeros, para hacer rápida la propaganda, puesto que el nombre de Legión es conocido universalmente, porque un extranjero vale dos soldados, uno español que ahorra y otro extranjero que se incorpora y porque los vecinos llaman a la suya Legión y ¡ Nosotros queríamos tener la nuestra! A organizar los banderines.- Un venturoso día el Diario Oficial llenaba sus columnas — ¡Aquel día tan sabrosas! —con las reglas de constitución del “Tercio de Extranjeros” y pocas fechas después aparecía nuestro nombramiento de “Teniente Coronel primer Jefe”. En fiesta íntima familiar en nuestra casa, se dio lectura a la Real disposición, se nos entregó el bastón de mando y se dieron por vez primera los tres vivas: ¡Viva España! ¡Viva el Rey! ¡Viva la Legión!” .

Comisionados por el Ministro de la Guerra nos presentamos a los Ministros de Estado, de Gobernación y de Fomento, que dictaron disposiciones convenientes al reclutamiento, y emprendimos un rapidísimo viaje a organizar los Banderines de Zaragoza, Barcelona y Valencia, que, con el de Madrid, constituyen los centros más importantes para la recluta. Después nos incorporamos a Ceuta, a tomar posesión de nuestro nuevo cargo

El 20 de septiembre de 1920 se considera oficialmente la fecha de nacimiento de La Legión ya que fue ese preciso día cuando se alistó el primer . Ya desde los primeros instantes de su vida empezó La Legión a adquirir su fisonomía peculiar con la alusión a las viejas glorias de la Infantería española, con el título de caballero otorgado por el Jefe Fundador a todos los legionarios, con la energía en el saludo y, sobre todo, el “Credo ”, código de conducta dictado por el Teniente Coronel Millán Astray que constituye la base espiritual de La Legión, su médula y nervio.

20 DE SEPTIEMBRE DE 2014: EL 94º ANIVERSARIO

Gracias a ARVFAE (Asociación de Reservistas y Veteranos de las Fuerzas Armadas) y de su presidente Francisco Javier Roda, pudimos visitar el acuartelamiento «General Álvarez de Sotomayor» en Viator, sede y Cuartel General de la BRIGADA DE LA LEGIÓN «REY ALFONSO XIII», que es el nombre oficial de lo todos conocemos como la Legión.

El aniversario mantuvo el habitual estilo legionario. Durante la parada militar destacaron los siguientes actos:

Resumen automático de Google (perdón por la música):

Entrada de las banderas al ritmo rápido de la banda de música legionaria:

Fragmento de la entrada de la Bandera e Himno nacional:

El Novio de la Muerto completo:

Fragmento del Himno legionario:

Retirada de los legionarios a paso ligero:

FOTOGRAFÍAS DEL 94 ANIVERSARIO DE LA LEGIÓN

CÓMO SE CONCIBIÓ LA LEGIÓN

La idea de la creación de la LEgión nació, aún confusa y desdibujada en la mente del Fundador, a su regreso de Filipinas, donde, como Alférez se había batido con honor y con gloria. Esto ocurrió a mediados de 1897.

Durante el largo viaje marítimo intuyó la idea sobre bases razonadas, pero aún no definitivas. Pensaba que una unidad de voluntarios, desarraigados de la sociedad, sin deseos de volver a ella, ni ganas de seguir los atractivos de la vida civil por unas causas o por otras, podrían constituir un material humano excelente, para servir de base a un ejército colonial que sirviera siempre lejos de la metrópoli, sobre todo si los enganches se hacían por un mínimo de cuatro años, para que recibieran una instrucción intensa y continuada, y si a sus componentes se les adiestraba en la clase de guerra peculiar del país donde fuesen a servir.

No fue hasta el año 1919 cuando empiezan a realizarse sus aspiraciones sobre la fundación de un cuerpo de tropas españolas y extranjeras al servicio de España. Con su empleo de Comandante, sus cuarenta años de edad, en posesión de un brillantísimo historial militar, rodeado de gran prestigio entre sus compañeros de Armas, conocedor como pocos de los problemas africanos, indiscutible forjador de hombres y soldados, con excepcionales dotes de mando, aureolado, además de una leyenda de militar valiente, audaz y reflexivo al mismo tiempo; fiel y exacto cumplidor de la disciplina y capaz de imponerla a sus subordinados: era la persona mas caracterizada para llevar adelante dicho proyecto…

El General Don Antonio Tovar y Marcoleta, ministro de la Guerra, por R. O. de fecha 5 de septiembre de 1919, designa al Comandante Millán Astray para desempeñar una comisión en Argelia, a fin de estudiar el régimen y los fundamentos de la Legión Extranjera francesa.

Millán Astray, destinado en el Regimiento de Saboya núm. 6, desempeñando la comisión de Jefe encargado de la dirección e inspección de las Academias Regimentales, se pone en viaje el 13 de septiembre y llega a Tetuán en unos momentos en que el enemigo se defiende encarnizadamente; que corre una vez más la sangre española por los riscos africanos, y solicita del General Don Dámaso Berenguer y Fusté el aplazamiento de su viaje a Argelia hasta que concluya la fase de las operaciones.

Agregado al cuartel general del General Don Antonio Vallejo Vila; ordena se incorpore a la columna del Coronel Don José Sanjurjo Sacanell, lo que efectúa el 27, y, tras formar parte destacada en las operaciones militares que se realizan, el 3 de octubre el Mando dispone que con carácter de urgencia se traslade a Argelia y realice su misión.

El día 6 de octubre llega a Melilla y se traslada al río Muluya, pernoctando en Berkan y el día 7 llega a Uxda. Se traslada a Orán, presentándose al General francés Vherrier y visitando los cuarteles, las oficinas, los almacenes y campamentos de reclutas instalados en Tremecen y Sidi-Bel-Abbes, donde se encuentra el Regimiento de Marcha de la Legión Extranjera francesa, conviviendo con ellos como un oficial más en compañerismo con los franceses, tomando parte en ejercicios tácticos y maniobras y juzgando la disciplina y la vida de esos soldados.

Mucha fe y seguridad tendría que poner en juego el Comandante Millán Astray para que se considerase su idea. Guiado por esa fe, solicita una entrevista con el General Tovar, ministro de la Guerra; lleva bien hilvanados los argumentos. Mano a mano con su superior, se expresa con seguridad: “Gran parte de las bajas que sufren las fuerzas peninsulares se deben a deficiencias de organización y a que han recibido una instrucción incompleta. Los soldados se emplean por eso para guarnecer posiciones, blocaos, avanzadillas que protegen a los convoyes y a las columnas, antes que como unidad de maniobra. Esas guarniciones están siempre expuestas a los ataques enemigos y, por sus escasos efectivos son arrasadas fácilmente. Es necesaria la creación de unas tropas coloniales, eficientes y bien preparadas, que sirvan de fuerzas de choque y eviten sangrías inútiles en las filas de los Regimientos de línea.”

El Estado Mayor Central recibe la orden de estudiar las bases para crear un cuerpo de tropas extranjeras. La comisión encargada de su estudio recae en el Coronel Don Timoteo Calvo Escribá, Comandante Don José Doménech Vidal y Capitán Don Fidel de la Cuerda Fernández, que, con prontitud, elevan sus conclusiones al Ministro, y, enviadas al General Don Dámaso Berenguer, las examina detenidamente y devuelve a Madrid, con el siguiente informe:

Ferviente partidario de relevar las fuerzas salidas de reclutamiento forzoso que aquí hace la campaña por tropas voluntarias, acojo con entusiasmo la creación del Tercio de Extranjeros.

A este parecer se suman, entre otros destacados Jefes, los Generales Don Valeriano Weyler y Nicolau, marqués de Tenerife; Don Francisco Fernández Llanos y Don Bernardo Álvarez del Manzano y Menéndez Valdés.

En el Diario Oficial núm. 22, de fecha 29 de Enero de 1920, se publica:

Señor: La conveniencia de utilizar todos los elementos que pueden contribuir a disminuir los contingentes de reclutamiento en nuestra Zona de Protectorado en Marruecos, inclina al Ministro que suscribe a aconsejar, como ensayo, la creación de un Tercio de Extranjeros, constituido por hombres de todos los países que voluntariamente quieran filiarse en él para prestar servicios militares, tanto en la Península como en las distintas Comandancias de aquel territorio. Fundado en estas consideraciones, el Ministro que suscribe, de acuerdo con el Consejo de Ministros, tiene el honor de someter a la aprobación de V. M. el siguiente proyecto de Decreto.
Madrid, a veintiocho de enero de mil novecientos veinte.

De esta forma y con fecha 28 de enero de 1920 un Real Decreto firmado por el General Villalba, ministro de la Guerra recoge el siguiente texto:

Artículo Único.- «Con la denominación de Tercio de Extranjeros se creará una unidad militar armada, cuyos efectivos, haberes y reglamento por el que ha de regirse serán fijados por el Ministro de la Guerra»

Encargado del Ministerio de la Guerra Don Luis Marichalar y Monreal, Vizconde de Eza, el General Berenguer reiteró la conveniencia de que su organización se pusiera en marcha.

El Vizconde de Eza, con fecha 3 de junio, contesta al General Berenguer:

Al tratar de poner en marcha el expediente, me encuentro una nota de mi antecesor, General Villalba, de abril pasado, en la que dice: “Quedará supeditada a la reorganización del Ejército de África (que estaba en estudio).” A la vez, me encuentro con que el Negociado no es partidario de ese Tercio, inclinándose más por la forma de recluta voluntaria o por el aumento de fuerzas indígenas. Desde el momento que hay varios sistemas que pueden utilizarse y las opiniones pueden discrepar acerca de los más convenientes, siquiera vea muy unánime la opinión militar tocante a los Tercios Extranjeros, yo no me creo autorizado ni a repudiar definitivamente el expediente de que se trata, ni a poner, desde luego, en ejecución el Real Decreto dictado en 28 de enero, sin que previamente usted tuviera la bondad, como Alto Comisario, de asesorarme, a fin de que la resolución me dé la garantía del parecer de usted y de la completa coincidencia entre ambos para el mejor logro del proyecto que haya de ejecutarse….

El General Berenguer, Alto Comisario de España en Marruecos, contesta con el siguiente texto:

Perfectamente enterado del contenido de su carta relativa a la organización del Tercio de Extranjeros, insisto, desde luego, y así lo hago oficialmente al cumplimentar la Real Orden que me anunciaba en ella, en los puntos de vista que expresé en mi anterior informe.
A mi juicio, la creación del Tercio de Extranjeros en Ceuta, y como vía de ensayo, en nada afecta a los medios de que podemos valernos para la creación del Ejército Voluntario (fuerzas indígenas y unidades de voluntarios españoles), siendo su carácter especialísimo y único y, por lo tanto, muy digno de ensayo este procedimiento, que tan buen resultado ha dado en Francia.
En cuanto a los detalles de organización que ha de cumplimentar el Real Decreto de creación de tal Unidad, nadie ha de ser, a mi juicio, lo competente en la materia que el Teniente Coronel Millán Astray, que, dedicado al estudio de este asunto con asiduidad y entusiasmo extraordinarios, creo ha de ser su mejor asesor, como estimo, por conocer sus relevantes y excepcionales cualidades que ha de llevar a la práctica a la perfección tan loable idea…

El 9 de julio llegó a Ceuta el vizconde de Eza recorriendo la Zona del Protectorado y Melilla, y a su regreso a la península el día 22 se ocupó de poner en marcha la creación del Tercio de Extranjeros, y el 31 de agosto apareció en el Boletín Oficial la Real Orden de su creación, en la que se disponía:

Para llevar a la práctica mi decreto de 28 de enero del año actual por el que dispuse la creación de los Tercios de Extranjeros, a la propuesta del Ministro de la Guerra y de acuerdo con mi Consejo de Ministros, vengo en decretar lo siguiente:
Artículo 1º.- Se procederá, desde luego, a la organización de la citada Unidad, fijándose por el Ministro de la Guerra los efectivos, haberes y reglamentos por el que ha de regirse.

LOS INICIOS DE LA LEGIÓN

No pudo ser más simple y conciso el renacer de nuestros viejos Tercios. La publicación de esta Real Orden de 28 de enero de 1920 pasó casi desapercibida. Nadie pudo prever la enorme trascendencia que, afortunadamente para España, se encerraba en aquellas líneas de una columna del Diario Oficial.

Muy pocos prestaron atención al Decreto fundacional del Cuerpo que en menos tiempo, con más vigor y pleno de eficiencia y heroísmo, se adueñara del corazón de los españoles y suscitara la codicia de extranjeros.

La prensa diaria particular, tanto madrileña como de provincias, dieron la noticia, pero una noticia sencilla, sin grandes titulares, a modesta columna. Ni los sagaces periodistas vislumbraron la grandeza, el heroísmo y la fama contenidas en la escueta información que terminaban de dar, ni la rapidez, prodigalidad y fervor con que inmediatamente sería acogida por todo el mundo, atrayendo a las gentes de todos los países.

Por Real Orden de 2 de septiembre de 1920, fue nombrado Jefe del Tercio de Extranjeros su organizador, Teniente Coronel de Infantería Don José Millán Astray y Terreros. Dos días más tarde, el 4 de septiembre, en otra Real Orden, el Diario Oficial llena sus columnas con las Reglas de la constitución del Tercio.

Como primer colaborador y Lugarteniente irá el Comandante Don Francisco Bahamonde, que, no obstante su juventud –tiene veintisiete años- reúne todas las virtudes militares y morales precisas para ser el Co-fundador.

De la Real Orden inicial hasta la publicación del subsiguiente y apropiado Reglamento que dicta las especiales características del Tercio de Extranjeros, transcurrieron ocho meses, durante los cuales, Millán Astray trabajó de firme, pleno de ilusión y con escasos pero decididos entusiastas y valiosos colaboradores.

Era necesario buscar más colaboradores en todos los empleos y, además de los Oficiales para Mando, se reclutarían otros, y algunos Suboficiales y Sargentos del Ejército para el funcionamiento de las Oficinas Centrales y Servicios Administrativos.

El Primer Jefe realizó visitas a los Ministerios de Estado, Gobernación y Fomento, en solicitud de que dictasen disposiciones adjetivas para realizar el reclutamiento de soldados.

Obtuvo como sede del Cuerpo el Cuartel del Rey, en Ceuta, viejo y destartalado, que habría de arreglar y acomodar a las necesidades peculiares de La Legión. Su emplazamiento era bueno, y tenía, al frente, una explanada o plaza mirando al mar. Allí se harían jardines para su embellecimiento.

Era urgente establecer las Oficinas de reclutamiento que recibieron el nombre de Banderines de Enganche. Los enganches en los Banderines serían provisionales. Allí a los hombres se les tallaría y reconocería facultativamente, filiándoseles, pero el compromiso no sería definitivo hasta que se refrendase en Ceuta, donde estaba el Banderín Central.

Había que preocuparse de la propaganda, que el Jefe no quería excesivamente clamorosa. La deseaba eficaz y discreta, por medio de cortos y sugestivos textos en la prensa y pasquines atractivos para fijarlos en las paredes, pero no con demasiada profusión.

Habría que recabar de la Intendencia mobiliario para las oficinas y material de acuartelamiento; de momento las tablas, banquillos y jergones de paja del Ejército.

Sería necesario determinar el importe de las primas de enganche, según el tiempo de compromiso y los haberes diarios para manutención y para percibir en mano; señalar los premios de constancia o de otro orden.

Todos los Jefes y Oficiales serán plazas montadas, porque así conviene para las duras campañas que han de llevar, y para darles mayores facilidades en los desplazamientos con ocasión del servicio.

Mientras se confecciona el vestuario elegido, se solicitará de los Cuerpos de la guarnición, Infantería, Caballería, Artillería, faciliten prendas en segunda vida, de sus almacenes, para vestir a los Legionarios. Para distinguirlos en esta mezcla de uniformes, se fijará en los cuellos de las guerreras unas pequeñas cintas con los colores nacionales.

primer uniforme de la legion

LAS REGLAS DE LA LEGIÓN

Esta segunda disposición o Reglamento, con todo acierto denominado Reglas, consta de 46 bases (reglas) cada una de las cuales especifica la organización y misiones; vestuario, armamento y equipo; reclutamiento, haberes, ascensos y destinos del personal enrolado en el recién creado Cuerpo.

Cabe destacar de esas 46 reglas las siguientes:

Regla 1ª: “El Tercio de Extranjeros formará una Unidad de Infantería constituida por tres Banderas.”

Regla 2ª: “Este Cuerpo habrá de emplearse como de primera línea, y en todos los servicios de paz y guerra, sin otro límite que el de su utilidad militar.”

Regla 3ª: “Los soldados prestarán el juramento de fidelidad a la Bandera, y quedarán, como soldados españoles, sujetos al Código de Justicia Militar y a las Ordenanzas del Ejército.”

Regla 9ª: “El uniforme y equipo interino que dicta una cartilla de uniformidad, será vistoso, usando como prenda de cabeza el gorro y la teresiana, ensayándose el sombrero de paja en verano. La guerrera, caqui verdoso, y broche del mismo color. El Jefe, oyendo a la Junta económica, propondrá el uniforme que proceda adoptarse en definitiva.”

Regla 23ª: “A los extranjeros, a los dos años de servicio con intachable conducta, se les expenderá un certificado que servirá de base para la concesión de la nacionalidad española, al que lo desee.”

Regla 33ª, Apartado “V”: “La recluta comenzará a los treinta días a partir de la fecha de esta disposición.”

Resumiendo los preceptos de dichas Reglas, se resalta la condición primordial otorgada al Tercio, de Unidad de Infantería al cobijo de la Bandera de España, previamente jurada; el traje verdoso y la facultad del Jefe, junto a Comandantes y Capitanes, para proponer la uniformidad definitiva, potestad extendida a la creación de emblemas y distintivos legionarios.

Digna de mención es la Regla 23 (expresión de la gratitud de España), que brinda la oportunidad de obtener la nacionalidad española a todos los hombres venidos a las filas del Tercio, sin reparar en el origen, raza ni credo.

Grato sabor retrospectivo contiene la Regla 33, apartado “v”, por la cual la recluta debió comenzar a los treinta días de publicado el Reglamento. Como éste lleva fecha de 4 de septiembre, los Banderines de Enganche debieron de abrir sus puertas el 4 de octubre. Pero no ocurrió así.

LA PROPAGANDA INICIAL DE LA LEGIÓN

Primer cartel de propaganda de la Legión

Septiembre de 1920.- De discretas proporciones, de colores pardo, azul, negro y el de oro viejo, que predomina entre los otros, que invita a ingresar en las filas del Tercio de Extranjeros. En este cartel, un soldado de La Legión, de rasgos perfilados y enérgicos, pretende anticipar, con el aplomo de su figura viril y la mirada dominadora, cuáles son el espíritu y la psicología de estas tropas.

Primer cartel de propaganda de la Legion

 Al pie del cartel puede leerse:

“¡Alistaos en el Tercio de Extranjeros! Españoles y extranjeros: Los que seáis amantes del Ejército y de sus glorias, los que gustéis de la vida de campaña, ¡ALISTAOS! EL TERCIO DE EXTRANJEROS es un CUERPO DE INFANTERIA que tendrá BANDERA PROPIA, y sus soldados estarán amparados por ella. Es un Cuerpo honorable; en los combates irá en puesto de honor; el uniforme es vistoso; las pagas, suficientes; la comida, sana y abundante. Los que sean buenos soldados, disciplinados y valientes, pueden hacer muy honrosamente la carrera de las Armas.

CONDICIONES.- Se admiten españoles y extranjeros cuya edad no exceda de cuarenta años.

PRIMAS DE ENGANCHE:
Por cinco años………. 700 pesetas.
Por cuatro años…….. 500 pesetas.

OTRAS VENTAJAS.- Primas de reenganche, ascenso en paz y en guerra, cruces, medallas, validez para los españoles del tiempo de servicio en el TERCIO DE EXTRANJEROS COMO SERVICIO EN LAS FILAS DEL EJÉRCITO, aumentos de sueldo según los años de servicio. ¡PRESENTAOS EN EL BANDERÍN DE ENGANCHE!

Renovación del primer cartel de la Legión

En octubre de 1921, el Teniente Coronel Millán Astray encargó a los notables dibujantes Pérez Durias y Chalons un cartel anunciador del Tercio de Extranjeros, que renovó al primero.

Segundo cartel de propaganda de la legion

El 19 presentaron los dos artistas una composición bien ideada. En primer término, la figura de un legionario barbudo y de aspecto recio, que sostiene en su mano un fusil Máuser, y en segundo, como proyectada por aquél, la silueta de un antiguo soldado español de los Tercios de América, Flandes, Italia o Argel, con su característico sobrero chambergo. Una y otra figuras se encuentran separadas por la Bandera Nacional, que sirve de perspectiva a la composición. En la parte baja del cartel se precisa la forma en que el futuro legionario puede hacer su alistamiento en los banderines, cosa no puntualizada en los anuncios oficiales.

LOS PRIMEROS VOLUNTARIOS DE LA LEGIÓN

Septiembre de 1920.- Dictadas las normas para el reclutamiento en el Tercio de Extranjeros, el Teniente Coronel Millán Astray emprendió rápido viaje para organizar los Banderines de Enganche en Zaragoza, Barcelona y Valencia, que, con el de Madrid, constituían los centros más importantes para la recluta.

El ardor, la tensa actividad y la rapidez desplegada por los fundadores, motivaron que catorce días antes del plazo previsto ya estuvieran filiándose los que serian fabulosos legionarios. Prueba rotunda de esta celeridad, del esfuerzo realizado, de la pasión y fe puestas en la tarea de organización, nos la da la fecha instituida posteriormente como Aniversario de la Fundación: el 20 de septiembre.

Con excelente acuerdo, Millán Astray quiso perpetuar el momento en que se inscribió el primer legionario, y siéndolo en tal día, así quedo grabado para siempre. Sobre este particular se da la nota curiosa de una primera y “triple” filiación.

Marcelo Villeval Gaitan, de treinta y dos años, natural, vecino e inscrito en Ceuta, el repetido 20 de septiembre de 1920, el cual bien pronto se destacaría, consiguiendo los galones de Sargento. Figura en el Libro de Oro de La Legión por gloriosa muerte en los combates de 23 de septiembre de 1925 en Malmusi Alto (Alhucemas), por cuya acción, y a título póstumo, fue ascendido a Suboficial.

Aníbal Calero Peláez se alistó el mismo día en Albacete, firmando compromiso por cinco años. Por darse la circunstancia de contar solo con diecisiete años, fue rechazado al ser reclamado por los padres y confirmarse su minoría de edad. No por ello se frustraron sus afanes legionarios, y de nuevo, en febrero de 1926, consiguió sus propósitos, sirviendo por tres años, licenciándose al finalizar su compromiso.

Pedro Izcara Núñez fue el primero de una lista de los alistados con anterioridad a la creación del Tercio, y cuya relación obraba en poder de Millán Astray.

Incorporado Millán Astray el 11 de septiembre en Ceuta, nombró Ayudante del Cuerpo al Capitán Don Justo Pardo Ibáñez. A continuación, con la llegada del Comandante Don Adolfo Vara del Rey Herran, le designa Mayor, y organizó la Plana Mayor Administrativa, con sus oficinas en el Cuartel del Rey, situado en la Plaza Colón.

Pocos días lleva el Teniente Coronel Millán Astray en Ceuta, cuando recibe telegrama de Barcelona expresado en los siguientes términos: “Doscientos enganchados al solo anuncio de la creación de La Legión, de los cuales no respondo; se impacientan, podrían desanimarse; dan algunos disgustos por no tener ningún hábito militar y ser algo levantiscos”.

Millán Astray y sus colaboradores sufrieron un error de cálculo al pensar en los hombres que se habían de reclutar. Creyeron que se alistarían poco a poco, por grupos de 8 a 10 al día, y que luego, con el conocimiento por la propaganda, se alistarían e irían llegando a Ceuta más. No pensaron en la explosión, y fue que en tres días se habían reunido Cuatrocientos.

La primera expedición, procedente del Banderín de Enganche de Barcelona, pasa como un alud a lo largo de la península camino de Algeciras.

La componen doscientos catalanes, la primera esencia de La Legión, que bajaron arrasándolo todo y sembrando el pánico en el camino. Era la espuma, la flor y nata de los aventureros. Era el agua pura que brotaba del manantial legionario.

dice Millán Astray.

Embarcaron en el “Fernández Silvestre” y desembarcaron en Ceuta, donde el Teniente Coronel Millán Astray los recibe, y, en vibrante alocución, les dice:

LA LEGIÓN OS ABRE SUS PUERTAS. EN ELLA ENCONTRARÉIS CARIÑO, AMPARO, UNA FAMILIA. OS OFRECE OLVIDOS, HONORES, GLORIAS. OS ENORGULLECERÉIS DE SER LEGIONARIOS. PODRÉIS GANAR GALONES, ALCANZAR ESTRELLAS; PERO, A CAMBIO DE ESTO, LO TENÉIS QUE DAR TODO SIN PEDIR NADA; LOS SACRIFICIOS HAN DE SER CONSTANTES; SE OS EXIGE OBEDECER LAS ÓRDENES MILITARES CIEGAMENTE. LOS PUESTOS MÁS DUROS Y DE MAYOR PELIGRO SERÁN PARA VOSOTROS; COMBATIRÉIS SIEMPRE Y MORIRÉIS MUCHOS, QUIZA TODOS. ¡¡¡BIENVENIDOS, CATALANES LEGIONARIOS: VOSOTROS SEREIS LA BASE SOBRE LA QUE SE CONSTRUIRA LA LEGIÓN!!! ENTRAD GOZOSOS, SED FELICES Y QUE DIOS CONCEDA A CADA UNO LO QUE VENGA BUSCANDO, SI HA DE SER PARA SU BIEN ”

Lo de menos es lo que dicen estas palabras. Lo de más es cómo estaban dichas. Aun a pesar del duro contraste y la briosa gracia que se esconde en ellas, se pinta la gloria y se brinda el olvido; se canta la vida y se elogia la muerte, y, junto a la promesa de la estrella, se marca la senda del sacrificio…. No es lo que dicen. Es el modo, la manera que fue su decir. Cada palabra iba montada sobre la emoción de la anterior, y todas formando un cerco de vehemencia que quemaba. Las palabras de Millán Astray tenían un fuego que prendía en el alma de los hombres y les hacía recobrar la fe en los caminos perdidos de la vida por el amplio retorno de La Legión.

¿Quiénes eran los primeros legionarios?.- Son tipos de todas las ideas. Entre ellos, el joven imberbe lleno de ilusiones que se fugó de su hogar. Junto a él, el cincuentón de amplias entradas y sienes plateadas, con la tez curtida y el gesto cansado. El aristócrata calavera, victima de las pasiones y los vicios. Los perseguidos por la justicia victimas de las luchas y pasiones políticas que, arrastrados por dirigentes banales, habían tomado parte en algaradas y huelgas revolucionarias. El desengañado de la vida y mujeres. Los jugadores de ventaja…….
….Son los luchadores de la vida, los aventureros, los soñadores, los esperanzadores y los desesperados…. Seres castigados por la vida, aventureros de todas las especies, espíritus inquietos que jamás estarían tranquilos en ningún sitio. Unos buenos y otros malos, muchos atraídos por las promesas que se les brinda en los carteles de propaganda….

¿Por qué vinieron?.- Por la complejidad humana. Por las pasiones y las necesidades, los vicios, el desarraigamiento social, la sed de glorias, el afán de vivir o el deseo de morir, el haber buscado y buceado en donde sustentarse, encontrando la nada. Por la idea fulminante como el rayo, que prende en el cerebro y busca una vida nueva que le aparte de la que en aquel momento es irresistible. Por la desesperación, el hambre….. y también el amor. Párrafo aparte para los que, sin falta ni vicio alguno, sin hambres ni angustias, vinieron a La Legión atraídos por el brillo de las armas y la sana ambición de lograr una carrera militar.

Mencionamos en puesto de honor a los que llegaron abrazados en ardiente patriotismo cuando creyeron la Patria en peligro. A los que dejaron abandonados familias e intereses y se apresuraron a alistarse para empuñar las armas y vengar la afrenta.

¿Cómo llegaron?.- En su mayoría seriamente. Reflexivos, quizá muchos tristes. Vestidos bien, en general, excepto los campesinos; otros, en último estado de abandono. Casi todos demacrados.

Su historia militar hasta entonces es breve: Enganche en el Banderín, oficina regentada por un Oficial que recibe a los hombres, les ilustra acerca de las condiciones del contrato, les proporciona reconocimiento médico y si son útiles filian. Socorre con dos pesetas diarias desde aquel momento y luego pasaporte para Ceuta por cuenta del Estado. Ningún documento es necesario presentar; nada hay que probar más que ante el médico ser útil….. ¿Nombre, estado, naturaleza? Cualquiera: El verdadero o el elegido. La Legión llama, y acoge a sus hombres sin preguntar quiénes son ni de dónde vienen.

LAS PRUEBAS DE ACCESO A LA LEGIÓN

La primera prueba por la que pasa el legionario empieza al alistarse, y es «el martilleo«. La dan las almas compasivas y las malas voluntades (de muy diversos orígenes…) Este martilleo consiste en querer convencer al neófilo de que hace una locura: “Va a morir seguramente, la vida será durísima….”, le dicen, pintándole un cuadro de desolación y de dolores. Pero el legionario resiste y las almas compasivas o malintencionadas perdían el tiempo, porque el viajero no perdía el tren.

La segunda prueba: “La del dolor de garganta”. Desembarcada la expedición en Ceuta, es trasladada al Cuartel del Rey. En el patio, los componentes de la promoción aguardan en posición de descanso, hasta que suena la voz de firmes y con brillante uniforme y gorro isabelino, aparece el Teniente Coronel Millán Astray, que, con paso ágil y seguro, se dirige a la formación (solo con su presencia impresiona a los legionarios), alto, bien plantado, gesto rápido, aire marcial, mirada penetrante…. Pasa revista y los arenga.

Después de un breve interrogatorio a cada uno: ¿De donde eres?, o ¿de donde vienes?, ¿Cuál es tu oficio?, con la previa advertencia de que puede decir lo que estime oportuno o excusar la respuesta.

Terminado el saludo y las preguntas, el Teniente Coronel Millán Astray añade:

El que se arrepienta de su ingreso en el Tercio de Extranjeros, el que tenga miedo a morir, que diga al médico ahora, al pasar el segundo reconocimiento, “que le duele la garganta.”

Pero a ninguno de aquellos hombres, Legionarios ya, les duele la garganta….. Ni les dolerá nunca….

Septiembre de 1920.- En la posición “A”, cuartel fortificado en lo alto de un picacho, batido a los vientos que la convierten en sanatorio, frecuentemente envuelto en nubes, al noroeste y a tres kilómetros de Ceuta, se albergaron los primeros legionarios y dio comienzo La Legión. El Comandante Franco toma el mando como Jefe de Instrucción. La instrucción es dura, agotadora y aquellos voluntarios se van transformando en autómatas que responden sin titubeos a las voces de mando. Las marchas ponen en carne viva los pies de los legionarios, estimulando con ello la fortaleza y la resistencia a la fatiga; pican, llenan sacos terreros y realizan ejercicios de tiro; la jornada es de trabajo tan intenso, que al final de ella nadie tiene ganas de hablar.

LOS PRIMEROS CABOS DE LA LEGIÓN

Los Cabos surgieron escogiendo los de aspecto más militar y varonil entre los muchos que ya habían servido en el Ejército de Sargentos y Suboficiales y que por diversos motivos habían salido de las filas. Y la primera noche, para poder gobernar a aquellos cuatrocientos hombres, que solo llevaban unas horas de militares, que no tenían hábito alguno de disciplina y, en cambio, tenían otras condiciones muy opuestas, hubo que hacer el nombramiento de Cabos interinos de modo fulminante.

La ceremonia nocturna fue alumbrada con una vela, pero con marcial solemnidad y con muy enérgicas palabras, se les dio a conocer a los recién llegados hasta donde llegaba la autoridad de los Cabos interinos, diciéndoles: “Mandan tanto cada uno como el Teniente Coronel.”

EL CREDO LEGIONARIO

El Credo Legionario es la base espiritual de La Legión, médula, alma y rito de ella.

Escrito por el Teniente Coronel Millán Astray en momentos de exaltación del entusiasmo y de la fe no tiene el más leve pulimento literario. Surgió espontáneo, como si dictara unas instrucciones cualesquiera; sentía La Legión, pensaba en el espíritu militar y en el sacrificio. Quería que rindiesen culto al HONOR MILITAR y que los legionarios sugestionados con estos sentimientos vencieran el instinto y no temiesen la muerte.

Y el Fundador dictó:

EL ESPIRITU DEL LEGIONARIO
Es único y sin igual, es de ciega y feroz acometividad, de buscar siempre acortar la distancia con el enemigo y llegar a la bayoneta.

Espíritu guerrero, embestir con ímpetu, acortar la distancia, clavar la bayoneta, ¿son guerreros? Pues a pelear enardecidos sin distingos ni atenuaciones. Adelante. Adelante. No les hablemos de parar ni de cubrirse con el terreno; no disculpemos previamente a la fuerza del instinto. Ya llegará forzadamente la realidad a imponerse. Grabemos en su espíritu que para ser guerrero solo embistiendo cumple su deber y acredita su titulo.

EL ESPIRITU DE COMPAÑERISMO
Con el sagrado juramento de no abandonar jamás un hombre en el campo hasta perecer todos.

La prueba más excelsa del compañerismo. No abandonar al caído hasta dar la vida por él. Hagamos que llegue a sus entrañas el compañerismo y mostrémosle radiante, hermoso y solo para el bien.

EL ESPIRITU DE AMISTAD
De juramento entre cada dos hombres.

Busca esta amistad, alivia con ella las fatigas de la dura vida de campaña, lazo amistoso para que cada hombre tenga elementos de dos, un pacto para hacer comunes los beneficios, una segura ayuda en todos los casos, anulando el egoísmo individual.

EL ESPIRITU DE UNION Y SOCORRO
A la voz de ¡A mi La Legión!, sea donde sea, acudirán todos y, con razón o sin ella, defenderán al legionario que pida auxilio.

La explicación está en el mismo enunciado.

EL ESPIRITU DE MARCHA
Jamás un legionario dirá que esta cansado hasta caer reventado; Será el Cuerpo más veloz y resistente.

Hemos de pedir perdón por la irreverencia al hombre, al exigirle que caiga reventado, como el caballo en la carrera, y hecha la salvedad, insistamos en pedirles que marchen y sean los más veloces; son infantes, y la Infantería lucha con las armas y con las piernas, que son su caballo. Será el Cuerpo más veloz. Hagamos espíritu de Cuerpo. Busquemos ser los campeones de la marcha.

EL ESPIRITU DE SUFRIMIENTO Y DUREZA
No se quejará de fatiga, ni de dolor, ni de hambre, ni de sed, ni de sueño; hará todos los trabajos, cavará, arrastrará cañones, carros; estará destacado, hará convoyes, trabajará en lo que le manden.

Y así, haciéndoles ver desnuda la vida militar y pidiéndoles que sufran por convicción…. ¡Cantan luego, contentos, arrastrando los cañones del hermano artillero!: ¡Arrastrará cañones! ¡Arriba La Legión!

EL ESPIRITU DE ACUDIR AL FUEGO
La Legión, desde el hombre solo hasta La Legión entera, acudirá siempre donde oiga fuego, de día, de noche, siempre, siempre, aunque no tenga orden para ello.

Es el secreto de la victoria.

EL ESPIRITU DE DISCIPLINA
Cumplirá su deber. Obedecerá hasta morir.

Es la salud de la Patria, es sinónimo de Ejército y de tropa, es base del edificio militar, sobre ella sustenta, de ella depende, es, sencillamente “todo.”

EL ESPIRITU DE COMBATE
La Legión pedirá siempre, siempre combatir, sin turno, sin contar los días, ni los meses, ni los años.

Es, fue y será el espíritu de La Legión.

EL ESPIRITU DE LA MUERTE
El morir en el combate es el mayor honor. No se muere más que una vez. La muerte llega sin dolor, y el morir no es tan horrible como parece. Lo más horrible es vivir siendo un cobarde.

Hablemos de la muerte a los soldados; que huya esa visión dantesca. Alejemos de su mente el horror, que no sea una terrible Furia enlutada y tenebrosa que amedrenta con su guadaña. Mostrémosla joven y bella, besando la frente del héroe y derramando flores en derredor. Que sea el Ángel de la Guarda para el soldado, que lo lleva al cielo.

LA BANDERA DE LA LEGIÓN
Será la más gloriosa, porque la teñirá la sangre de sus legionarios.

Orden dada, orden cumplida…. Es la norma de La Legión.

TODOS LOS HOMBRES LEGIONARIOS SON BRAVOS
Cada Nación tiene fama de bravura; Aquí es preciso demostrar que pueblo es el más valiente.

Dada la condición singular de este Cuerpo compuesto de hombres de todos los pueblos del mundo, es estímulo para que, al querer exaltar el crédito en valor guerrero de cada uno, La Legión, que es la fusión de todos, alcance la suma de todas las bravuras.

¡VIVA ESPAÑA! ¡VIVA EL REY! ¡VIVA LA LEGIÓN!

Son los gritos de combate y de muerte. España es la Patria; el Rey, el Jefe Supremo; La Legión, la hermandad sagrada. Y estos ideales compendiados en los “vivas”, serán lanzados viril y claramente en los momentos de alegría y tristeza… Al entrar al combate y al enterrar a los muertos.

EMBLEMA, LEMA Y CONTRASEÑA DE LA LEGIÓN

El Emblema de La Legión: En oro, con arcabuz y una ballesta pasados en aspa. Sobre ellos, y en palo, una alabarda también de oro, con moharra y cuchillas de plata y flecos de gules. Sobre el todo y su abismo, la corona real. Los buscó en los archivos de la Infantería española el primer Capitán Ayudante Mayor del Tercio de Extranjeros, Don Justo Pardo Ibáñez. Con gran contento fue aceptado inmediatamente por los fundadores. Para distintivo llegó a pensarse en dos machetes cruzados.

El Distintivo de La Legión: Fue creado por Real Orden Circular de fecha 26 de noviembre de 1923 y es una evocación de los antiguos Tercios de Flandes, compuestos de mosqueteros, ballesteros y alabarderos, famosos por su intrepidez y valentía en todo el mundo.

El Lema de La Legión que es, a la vez, la letra de la contraseña que acompaña a los toques de corneta, dice: “¡LEGIONARIOS A LUCHAR, LEGIONARIOS A MORIR!”. Nació espontáneamente en los primeros días de vida del Tercio de Extranjeros, en la Posición “A”. Un viejo soldado, antiguo corneta, en un arranque de iniciativa, empuñó la única corneta que había –prestada por un Cuerpo de la guarnición de Ceuta- y, para poner a prueba su aptitud, el Teniente Coronel Millán Astray le dijo, tarareando la letra: “Di eso con ella”, y límpidas y sonoras salieron las notas que claramente mandaban a La Legión a la lucha.

La referida contraseña precede a todos los toques de corneta o cornetín, excepto al de Silencio, que se toca al final, por deseo expreso del Teniente Coronel Millán Astray, que quiso que lo primero y lo último que escuchasen sus legionarios fuera: “¡Legionarios a luchar, Legionarios a morir!”, como un recordar constante de que la mayor gloria de un soldado es morir por la Patria.

LOS FUNDADORES DE LA LEGIÓN

A título de curiosidad y para rendirles el homenaje que merecen, señalamos quienes fueron los Mandos de La Legión en los días fundacionales.

Septiembre de 1920, día 28.- En el D. O. número 218, del día de la fecha, son destinados al Tercio de Extranjeros los Jefes y Oficiales que se relacionan:

Comandante Don Francisco Franco Bahamonde.
Comandante Don Adolfo Vara de Rey Herranz.

Capitán Don Justo Pardo Ibáñez.
Capitán Don Luis Valcázar Crespo.
Capitán Don Eduardo Cobo Gómez.
Capitán Don Pablo Arredondo Acuña.

Teniente Don Ignacio Olavide Torres.
Teniente Don Javier Castro Calzado.
Teniente Don Camilo Menéndez Tolosa.

Teniente, E. R., Don Joaquín Gracia Bastarrica.
Teniente, E. R., Don Julián Garrido Cañabate.

Alférez Don Joaquín Nieves Herrero.
Alférez Don Luis Pardo Álvarez.

Octubre de 1920, día 3.- En el D. O. número 223, del día de la fecha, son destinados al Tercio de Extranjeros el Teniente Don José Calvacho Petano y el Alférez Don Francisco Espejo Aguilera.

Dia 15.- En el D. O. número 232, del día de la fecha, es destinado al Tercio de Extranjeros el Capitán Don Alvaro Sueiro Villarino.

Día 16.- En el D. O. número 233, del dia de la fecha, son destinados al Tercio de Extranjeros los Jefes y Oficiales que se relacionan:

Comandante Don José Candeira Sestelo.
Comandante Don Fernando Cirujeda Gayoso.

Capitán Don Joaquín Ortiz de Zarate y López

Teniente Don Julio Borondo Sánchez.
Teniente Don Enrique Alonso Cuevillas Crespo.
Teniente Don Horacio Pascual Las Cuevas.
Teniente Don Juan Molinas Gutiérrez.
Teniente Don Ramón Núñez Fernández.
Teniente Don Manuel Torres Menéndez.
Teniente Don Toribio Marcos Jimeno.
Teniente Don Rafael Castilla Frutos.
Teniente Don Martín Penche Martínez.

Alférez Don Antonio Garijo Hernández.
Alférez Don Rafael Montero Bosch.
Alférez Don Eliseo Díaz Montero.
Alférez Don Calixto Zabal Cervera.
Alférez, E. R., Don Gonzalo Tejero Langarita.

Día 17.- En el D. O. número 234 del día de la fecha, son destinados al Tercio de Extranjeros el personal que se relaciona:

Capitán Don Antonio Alcubilla Pérez.
Teniente Don Juan San Miguel Rasilla.
Alférez Don Pedro Echevarría Esquivel.
Alférez, E. R., Don Ángel Arévalo Salamanca.
Veterinario Don Enrique León Olivas.
Sargento de Banda Don Valentín Montero Alonso.

EL AUTOR: FERNANDO CIFUENTES DUQUE

 es el autor de la visita virtual a la Legión en Viator en el 94º aniversario de su fundación. Fernando Cifuentes Duque es informático y fotógrafo de confianza de Google por lo que está certificado para realizar visitas virtuales para Google

One thought on “VISITA VIRTUAL A LA LEGIÓN EN SU 94 ANIVERSARIO

  1. Camilo Menéndez-Tolosa Valiente

    Un grandísimo honor llevar el nombre y apellidos del entonces Teniente de Infantería, Caballero Legionario D. Camilo Menéndez Tolosa, mi abuelo.

    Viva España!

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